Vivía en conflicto constante. Cómo no trabajaba me ocupaba de la casa donde vivimos mi esposo, mi madre y mi hermana, haciéndonos cargo de mi madre que es un adulto mayor que requiere atención, atención que brindaba principalmente yo.
Con la práctica de los Ejercicios Sistémicos y la comprensión desde las Constelaciones Familiares pude tomar conciencia del amor desordenado que vivía, lo que hacia que todo estuviera mal. Tome acción para hacer los cambios y conversaciones necesarias con mi esposo y mi hermana, contratamos enfermeras para hacerse cargo de mi madre y así tener mas tiempo para estar presente en mi vida. Ya yo pude encargarme de mi vida, de mis estudios en Insconsfa, tuve más espacio para cuidar de mi relación matrimonial y como por arte de magia todo comenzó a fluir de manera más armónica. Los efectos se mantienen hasta el día de hoy y debo decir que han ido mejorando cada vez más. Salió de mi un enorme peso que no sabía cómo gestionar.
Todo empezó a ordenarse, retomando mi lugar de esposa, de hija y de hermana; devolviéndole también la dignidad a mi madre con mi más profundo agradecimiento, honra y respeto hacia ella. Cada uno de nosotros vive ahora desde el lugar que le toca, disfrutando cada uno de las actividades que la vida nos propone.
MB