He pasado mi vida entera obsesionada con el momento en el que conocería, por fin, a mi padre. Esto nunca llegó a suceder. Mi obsesión creció hasta ser el único objeto de deseo en mi mente y en mi vida. Todo giraba en torno a ella y me alejaba de la realidad. Se convirtió en una auténtica depresión para mí. Yo solo quería conocer a mi padre, abrazarlo, verle la cara aunque solo fuera una vez en la vida.

He necesitado dos constelaciones para sanar este tema. Una fue cuando tenía cerca de 40 años y la otra ha sido aproximadamente 10 años después.

Tras la primera constelación, donde pude abrazar a mi padre un minuto más o menos  ya calmé muchísimo mi hambre de padre. En la segunda constelación acabé de saciar mi necesidad de abrazar a mi padre.

Estoy a un mes de cumplir 57 años, así que los logros (que se mantienen plenamente) doy por hecho que son definitivos..

Con la formación de Brigitte he podido tomar a mi padre plenamente en mi corazón, (a su alma) y visualizar a mis padres juntos en un corazón, del que yo provengo. Bueno y mucho más, el caso es que hoy no tengo en absoluto esa obsesión, eso se traduce en que mi energía está disponible para mí y mis relaciones son más reales y menos sangrantes.

Montse del Amor.