No sabía cómo abordar la conducta extrema de un alumno de 3 años. Tenía brotes muy fuertes en el comedor, se tiraba al cuello por encima de la mesa, intentaba dar cabezazos, se autolesionaba, no comía, mostraba un gran sufrimiento y la conducta no encontraba su fin hasta que podía golpear a alguien, podía prolongarse  durante una hora o una hora y media, la verdad es que en términos de conducta había trabajado todos los métodos convencionales dentro de este tipo de trastornos en educación.

Brigitte puso el caso en una constelación durante un taller, él, yo, mis padres y los de él, se mostro como yo sentía pena por él y su malestar, mire a mis padres y después de agradecerles y honrarles, les dije vosotros por vosotros y yo por mí, entonces mire a mi alumno desde otro lugar y con respeto a él, su destino y a sus padres les dije: sois los mejores padres para él, y a él: eres el mejor hijo para ellos. Duró poco, 10 minutos.

Al día siguiente en el colegio, le lleve a comedor, no hubo agresividad y por primera vez comió alimentos  nuevos,  No hubo ataque no hubo cabezazos y comió.

El vínculo que tenemos ahora es muy distinto sigue sentándose en el comedor, y los ataques que tiene son en otros contextos y con una duración menor, y suele haber mas personas encargadas de él, ahora puede quedarse mas rato en el comedor esperando a  salir al patio, cuando estamos solos no suele tener brotes, el ambiente es muy distinto. Es un alumno con autismo grado 3, el avance tras el ejercicio es enorme

MB