Se quiso trabajar las discusiones y enfados en una relación de pareja de larga duración. Estas discusiones y enfados se vivían como irracionales, desproporcionados y no se resolvían a pesar de las soluciones intentadas, era algo sin sentido porque nos llevábamos muy bien, había mucho amor, confianza, intimidad y crecimiento. Producia malestar emocional. La constelación facilitó a la persona que constelaba la comprensión de la dinámica existente, sintiendo una enorme liberación y tranquilidad, como «haberse quitado un peso de encima» y sentir que algo que estaba liado, se había colocado y se colocaba en su lugar. En constelaciones previas se había trabajado la relación de pareja en general y no se había visto este aspecto. Se tomó consciencia de la importancia que tuvo trabajar el aspecto concreto que suponía dificultades para la relación de pareja.VOI España |