Testimonios

A los 35 años deseaba ser madre, pero la maternidad parecía un imposible mientras no aparecía una pareja comprometida. Hace tres años realicé una constelación específica sobre la maternidad: se resolvió que yo ya estaba preparada y solo faltaba reconocer a la posible pareja. Dos años atrás llegó a mi vida un hombre sano, respetuoso y comprometido. Un año y medio después hice una visualización sobre las partes de mí que excluía; identifiqué la creencia, heredada de mi abuela materna, de que los hijos eran un castigo o una carga. En la constelación pude expresarle esa pesada lealtad y recibí su bendición para convertirme en madre. El cambio fue inmediato y sostenido: la frustración desapareció y la maternidad pasó de ser un imposible para convertirse en una realidad.
Un mes después quedé embarazada. Aquel primer embarazo no prosperó, pero tres meses más tarde volví a concebir y, ahora, con 44 años, tengo una hija preciosa y sana de seis meses. La maternidad, antes inalcanzable, se ha materializado gracias al trabajo interno y a las constelaciones que integraron mi historia familiar.

Lucadia. España