Durante mucho tiempo, quise ser mamá. Era un deseo profundo pero también lleno de angustia. Pasaban los meses y no ocurría nada. Fui a varios médicos, especialistas en fertilidad, y todos coincidían: “vas a necesitar fertilización asistida”. Sentí miedo, frustración, cansancio… y muchas veces me pregunté si algún día lo lograría.
Hasta que, un día, decidí probar algo distinto. No sabía bien por qué, pero algo en mí me llevó a hacer una constelación familiar. No esperaba un milagro,pero no perdía nada
Y lo que pasó después fue tan profundo que todavía me cuesta explicarlo con palabras. No fue de un día para el otro, pero desde aquella constelación mi vida empezó a cambiar de verdad.
Y hoy… hoy estoy embarazada.
Esta mañana me hice mi primera ecografía y vi a mi bebé por primera vez. Todo fue natural, sin tratamientos, sin intervenciones. Solo la vida… fluyendo.
Estoy tan agradecida. A la vida, a mi consteladora María Ángeles Porque desde que hice esa primera constelación, mi vida dio un giro enorme, para bien.
Natalia L . Argentina