Mi malestar fundamental era la falta de reconocimiento laboral y los obstáculos que se me presentaban, especialmente en mi relación tensa con las jefaturas, principalmente las masculinas; en mi interés por tener más libertad para desarrollar mis iniciativas laborales. Cuando conocí este enfoque de las Constelaciones, me encontraba laborando en una institución pública de educación superior.

Después de la constelación se empezaron a dar una serie de movimientos tanto en el ambiente laboral como en mi perspectiva de ver las cosas, que me permitieron fluir de mejor manera y disminuir mi nivel de enojo ante lo que consideraba «una injusticia» hacia mi persona porque me consideraba una trabajadora incansable y comprometida. Aprendí a reconocer cuándo mi ego me jugaba «malas pasadas” y a disminuir mi nivel de apego y ansiedad por ciertas cosas.

He observado mejora en la vida laboral, reconocer sus puntos ciegos y tomar un mayor nivel de conciencia tanto en lo profesional como en lo personal.

Los beneficios  que llevan 15 años los percibí por bastante tiempo. Actualmente estoy jubilada y me retiré de mi institución con mucha paz y agradecimiento.

Como todo proceso, fue gradual. ¡¡¡La transformación continúa!!! No me parece que haya concluido. Les comento que continué trabajando este enfoque o herramienta terapéutica por varios años, para sanar también mi vida personal en lo referente a relaciones de pareja, manejo del dinero, que también fueron inquietudes en mi trayecto de vida.
EVV