Crisis repetidas
Asistí a un taller por casualidad hace 8 años y sentí en mi alma que era para mí y comprendí fácilmente los conceptos. Sentía interiormente la necesidad de cambiar todo en mi vida.
Me llevó un año decidirme, presenciando talleres informativos y que constelaban, recuerdo que mi primera constelación fue el día del padre, sentí una gran fuerza que me impulsó a sentir que tenía que constelar ese día a mi padre.
Fue un antes y un después en mi vida, desde el primer taller hasta la actualidad. Que me autoconstelo, o hago movimientos guiados.
Desde hace ya aproximadamente 7 años o más. En mi caso la mejoría fue gradual y sentí una gran transformación al año, que decidí separarme y salí de una depresión solo constelando.
Me acerque a las constelaciones Porque he tenido crisis repetidas desde mi maternidad.
Reconocía la repetición de patrones en mis relaciones.
Sentía un malestar continuo que me impedía estar en la alegría, el bienestar, la felicidad.
Pude hacer cambios, me separé, pude mirar con amor a mi papá alcohólico ya fallecido.
Al año de constelar me sentí viva, como si hubiera nacido nuevamente.
Conectada al presente, a la vida y a todo, había estado en la muerte.
Todos me decían que me había cambiado el rostro, me reía, disfrutaba.
Todo cambió:
- Mi relación conmigo misma, priorizarme, escucharme, cuidarme y aferrarme a la vida. Mirarme con amor.
- Mi relación con mi hija, con mi padre ya fallecido.
- Mi relación con los demás es más equilibrada para mí.
- Mi salud, hice cambios alimenticios, actividad física que no hacía, rejuvenecí cambió mi rostro, mi cuerpo, mi imagen.
- Cambió mi forma de ver todo en la vida, de sentir, desde otro lugar hasta hoy en día, la mirada sistémica.
- Sanar enojos, rencores que me arrastraban. La mirada hacia otras personas y sus destinos.
- Comprender desde otro lugar, todo lo que había vivido.
- Sentir hoy paz, bienestar, gratitud, inexplicables que nunca había sentido.
- Mi situación económica y laboral mejoró en crecimiento.
- El reconocerme, conocerme a mí misma, nunca me había mirado.
- Lo más profundo es la mirada de amor hacia todo lo que antes eran enojos y un misterioso poder interior.
- Lo mas lindo es la pasión que me despertó de querer saber cada día mas, de lo sistémico.
Maru